El artículo que cuelgo en el blog hoy, no es mío, circula por la red y me ha parecido muy interesante y digno de que lo compartamos, dice así:
"La diferencia entre trabajar y no hacerlo"
¿Lo calculamos juntos? Será sólo un ejemplo. Vamos allá:
Tenemos a Paco y a Manolo. Paco y Manolo entraron a trabajar juntos en una ferretería. Por razones diversas, Paco fue despedido hace tres años, recibió diez mil euros de indemnización, y desde entonces está en el paro. Manolo sigue en la ferretería, trabaja cuarenta horas semanales y cobra 1.200 euros netos al mes.
Paco cobró 740 euros mensuales de paro durante dos años y ahora cobra 420 euros, y si no estaría cobrando la ayuda familiar. Por tanto pongamos que, de media, en este tiempo Paco cobra de ayudas y subsidios unos 575 euros al mes.
Manolo, por tanto se levanta todos los días a las siete y media de la mañana y trabaja ocho horas, por 425 euros de diferencia respecto a su ex-compañero, que no hace nada. Su salario real es de 2,75 euros la hora ¿Qué os parece?
Con cualquier chapucilla en negro que encuentre Paco, y que cobre a más de 2,75 euros la hora, ya estará ganando más que el que sigue trabajando y cotizando.
Pero es que además, si seguimos con el supuesto de vidas paralelas, ambos viven con sus parejas, con las que no se han casado (eso es de carcas), y sus chicas trabajan de cajeras en el mismo supermercado, ganando 800 euros netos al mes. Por tanto, la cosa no se detiene en los 475 euros que Manolo ganaba de más trabajando.
- Paco tiene derecho a una vivienda de protección oficial, Manolo NO.
- El hijo pequeño de Paco tiene preferencia en la guardería municipal, y para el de Manolo no hay plaza y lo tiene que llevar a una privada.
- El hijo mayor de Paco tiene derecho a beca, y el de Manolo NO.
- Paco no tiene que hacer declaración de renta y Manolo tiene que hacerla.
Podría seguir, pero me detengo aquí. Al final, ¿por cuánto está trabajando Manolo en la ferretería?
Lo cierto es que por NADA o por una cantidad cercana a cero. Manolo trabaja por que es idiota ya que, sin trabajar, ganaría mucho más y en su casa se viviría mucho mejor.
¿Qué tiene de raro que Manolo llegue todos los días tarde a trabajar, o trate mal a los clientes de la ferretería, intentando que también lo despidan a él? Ya me diréis, si es normal o no que el país vaya como va.
Por último, la mujer de Paco no paga IRPF al estar su marido en paro, mientras Manolo y su cónyuge pan un 14,75% cada uno.
Si piensas que este ejemplo es una exageración, párate un momento a pensar. Seguro que conoces algún caso, o si lo prefieres, coméntalo con tus amigos y verás como te hablarán de los casos que ellos conocen.
La conclusión final podría ser:
a) En este país solo trabajamos los tontos.
b) Mientras que haya tontos que trabajen, los listillos viven del cuento. "
Pilar Cardeña Cruz
