El pasado 8 de Abril, a través de este blog publiqué mi decisión de cumplir un viejo deseo: formar parte de la política activa de mi pueblo.
En un apartado del escrito, yo decía "y cuando crea que no puedo ser útil, o que la política me exige renunciar a mis convicciones éticas y morales, me iré por la misma puerta que ahora entro."
Han bastado 3 meses para que me dé cuenta que no se pueden cambiar las cosas si no hay voluntad de hacerlo, y que en esta situación, mi esfuerzo estaría condenado al fracaso.
Mi apuesta era la renovación, el trabajo en equipo, la transversalidad, la apertura a la sociedad y asumir nuevos retos. Me llevo mal con el inmovilismo y la imposición y no tolero el ordeno y mando.
Por eso, he comunicado a CiU de La Llagosta mi decisión de poner fin a la colaboración que había iniciado con el mismo, al ir en sus listas como independiente.
Esta corta experiencia política, también me deja cosas positivas y la más importante, sin duda, son el grupo de personas que he conocido, que por encima de las siglas, están dispuestas a trabajar por lo que creen, sin pedir nada a cambio, o mejor pidiendo una sola cosa: que las dejen hacerlo y las escuchen.
A partir de ahora, volveré a mis orígenes, colaborando en aquellos proyectos que me ofrezcan y me gusten, como siempre he hecho. Y espero recuperar un poquito más de tiempo para mí.
Para terminar, te invito a reflexionar sobre las siguientes definiciones. Después, intenta aplicarlo a los políticos que conoces y saca tus conclusiones sobre cual de ellas utilizan más.
LIDERAZGO: El arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común.
AUTORIDAD: El arte de conseguir que la gente haga voluntariamente lo que tú quieres debido a tu influencia personal.
PODER: La capacidad de forzar o coaccionar a alguien, para que éste, aunque preferiría no hacerla, haga tu voluntad debido a tu posición de fuerza.
Pilar Cardeña Cruz
