jueves, 4 de noviembre de 2010

UN DESPLANTE INNECESARIO

Al parecer, Zapatero no acudirá a la misa que, durante su visita a España, celebrará el Papa en Santiago de Compostela, y tampoco a la que celebrará en la Sagrada Familia de Barcelona.
Como persona, Zapatero tiene todo su derecho, a no simpatizar con la religión católica, y por supuesto a no ir a misa, ni que la celebre el Papa.
Como presidente del Gobierno de España, la situación es distinta. Cualquier jefe de gobierno de cualquier país, se ve a veces obligado a asistir a actos que no son de su agrado, incluidos actos religiosos, ¿o no vinieron personalidades de otras confesiones a la boda religiosa de los Príncipes de Asturias, sin que ello signifique que se han convertido de pronto al catolicismo? ¿Por qué entonces Zapatero debería asistir a alguno de los actos religiosos que celebrará el Papa?
- Por que el Papa es un jefe de estado, nos guste o no, y como jefe de estado debe ser tratado, evitando cualquier desplante innecesario. ¿Recuerdan cuando Zapatero no se levantó al paso de la bandera americana? Aquel gesto le costó a España años de malas relaciones con EEUU.
-Por que el Papa es el representante de una religión, la católica, con más de 1.200 millones de bautizados, lo que representaría cerca de un 20% de la población mundial.
- Y sobre todo, por que en España más del 73% de los españoles se confiesan católicos. Y un jefe de gobierno debe gobernar para todos los españoles, sean ateos, beatos o de cualquier otra religión. Pero debe ser especialmente cuidadoso en no herir las sensibilidades de una parte tan importante de su pueblo.
- Por último, está el tema de la imagen. Cientos de millones de personas de todo el mundo nos observarán a través de la televisión. ¿Qué imagen transmitiremos? ¿La de un país serio y respetuoso con sus raíces católicas, o la de un país maleducado que no respeta ni a su ilustre huésped ni a sus seguidores? Recordemos que una imagen vale más que mil palabras. Y la imagen exterior de España, no está precisamente para tirar cohetes.
Los expertos ya han calculado que la visita del Papa dejará en Barcelona en torno a 30 millones de euros, lo que desmiente a los que alegan coste económico para oponerse. Por eso, no seamos tan tiquis miquis, con el tema religioso, utilicemos el sentido común.

Pilar Cardeña Cruz