Todo apunta a que las próximas elecciones las ganará el PP por mayoría absoluta. Y ello a pesar de que el PP no acaba de gustar a la mayoría de la sociedad española, que es más bien socialdemócrata, como ha demostrado dándole la victoria al PSOE en la mayoría de las contiendas electorales.
Pero ahora es diferente. Este es el voto del hartazgo. Es el voto del castigo a un partido de políticos mediocres cuya nefasta gestión de la crisis ha hundido el país en la ruina. Tal vez el recambio no sea bueno. De hecho, en la reciente entrevista(no creo que fuera un debate) que hizo el Sr. Rubalcaba al Sr. Rajoy, se centró básicamente en preguntarle al Sr. Rajoy sobre aspectos poco claros de su programa, haciendo hincapié en que aplicaría recortes si gana.
Personalmente, creo que tanto si gana el Sr. Rajoy, como si gana el Sr. Rubalcaba, ambos aplicarán recortes y mejor que sea así, ya que de otra forma no saldremos de la crisis. No se puede vivir eternamente de créditos, de la misma forma que no se puede gastar lo que no se tiene. La diferencia puede estar en cómo se aplican los recortes y si sirven para algo. Hasta ahora sabemos en qué recorta el PSOE y el resultado de su política. Ahora falta saber si existe un partido capaz de aplicar una política diferente que de un resultado más alentador. Si negamos esa posibilidad, nos negamos la esperanza.
La gente de la calle necesita una esperanza y se arrimará a cualquiera que se la pueda dar. Por eso creo que en esta ocasión al PSOE no le va a funcionar sacar el espantajo del miedo a la derecha. Paradójicamente, la mejor campaña al PP se la ha hecho el Sr. Zapatero con su política.
Pero que nadie se llame al engaño. La situación empeora cada día y se reduce el margen de maniobra de un gobierno lastrado por gravísimos problemas internos de paro y externos de deuda. Y todo ello en el marco de una Europa que se desmorona por momentos. A partir del 21 de Noviembre, no se habrán acabado nuestros problemas. Lo único a que podemos aspirar es a tener un gobierno que tome las medidas necesarias para que los sacrificios que deberemos asumir, den algún resultado y poco a poco nos devuelva la esperanza en un futuro mejor, que ahora no vemos por ninguna parte.
Pero el retorno a la esperanza y a la estabilidad no será posible si los partidos, todos ellos, siguen haciendo política de partido en lugar de política de estado. Es de una necesidad imperiosa para España un gobierno de concentración, que diseñe un plan de choque, reformando lo que haya que reformar, que devuelva la confianza a los mercados y a los españoles, donde todos los partidos remen en la misma dirección. Uno de los graves errores del Sr. Zapatero fue no intentarlo. Esperemos que el ganador de las elecciones, incluso aunque obtenga la mayoría absoluta, convoque al resto de partidos y lo hagan. Sería un error imperdonable esperar a estar como Grecia o Italia para hacerlo. Ya hemos perdido mucho tiempo... Y ahí tenemos el resultado.
Pilar Cardeña Cruz
