lunes, 31 de enero de 2011

SE ACABO LA FIESTA

Ciertamente, en época de crisis aumenta enormemente la demanda de servicios por los ciudadanos. Pero no es menos cierto que los políticos españoles, de distinto signo, han gastado como auténticos manirrotos. Cualquier ama de casa que tiene que administrar un presupuesto familiar de, pongamos 1.000 euros mensuales, sabe perfectamente que no puede gastar cada mes 2.000 euros, y que si un mes se pasa del presupuesto, al siguiente lo ha de compensar gastando menos. De lo contrario, la familia va a la bancarrota. Y tampoco los préstamos son una solución, salvo para la adquisición de bienes patrimoniales como la compra de una vivienda, pero nunca es recomendable financiar los gastos, como por ejemplo un crucero o unas buenas vacaciones a base de préstamos, ya que después hay que devolverlos con sus comisiones de apertura, sus intereses, sus gastos de cancelación etc lo que disminuye aún más la renta disponible y empobrece a la familia.
Estos conceptos los conocen al dedillo las amas de casa, sin necesidad de haber pasado por la universidad, ni haberse doctorado en economía o finanzas. Sin embargo, nuestros sesudos políticos y su corte de asesores, parecen ignorarlo, o por lo menos eso se desprende de su forma de actuar, como si nadaran en la abundancia.
Como ejemplo, que por supuesto no son los únicos, tenemos el Ayto. de Madrid y la Comunidad Valenciana, gobernadas por el PP y la Generalitat de Catalunya, gobernada hasta hace dos meses por el tripartio, PSC, ICV y ERC.
Gracias a estas políticas irresponsables, donde se ha gastado el dinero con alegría no en lo que se necesitaba, si no en aquello que electoralmente interesaba a los partidos, hoy España está bajo la tutela de Bruselas y sus comunidades y ayuntamientos al borde la banca rota. España ha pasado de dar lecciones de economía, a que Bruselas nos controle prácticamente todo. Ir de farol funciona hasta que te descubren. Y Europa nos ha descubierto y nos ha aplicado un correctivo, con la amenaza de que es el aperitivo de lo que vendrá si no hacemos bien los deberes.
Volviendo a casa, me importa especialmente el caso de mi comunidad autónoma, Catalunya, donde el tripartito ha dejado un déficit que solo el último año sube unos 7.800 millones de euros, y en total supera los 40.000 millones de euros.
Ahora, el PSOE amenaza con bloquear cualquier emisión de deuda que el actual gobierno de la Generalitat quiere emitir para financiarse, alegando el gran endeudamiento. Pero este mismo PSOE calló, para no perjudicarle electoralmente, cuando su rama catalana PSC, ayudado por sus socios de gobierno, generaba esta descomunal deuda, sin ningún tipo de contención.
Alabo los esfuerzos del actual gobierno de la Generalitat por contener el gasto, y por decirnos como están las finanzas, en lugar de continuar el engaño. Ahora han encargado una auditoría que habrá de decir cual es la situación real de las finanzas de la Generalitat, aunque el resultado exacto posiblemente no se haga público por un sentido de responsabilidad, ya que si se constata una Generalitat en bancarrota, ¿qué inversor compraría después la deuda?
Es hora de actuar con seriedad. La fiesta se ha acabado y es la hora de pagar la cuenta. Pero ahora todos escurren el bulto y mirar para otro lado, como si la cosa no fuera con ellos. Ni el estado, ni las autonomías, ni los ayuntamientos están dispuestos, (salvo escasas excepciones) a cambiar su política de contratación de cargos de confianza (nombre actual de lo que antes se llamaba "enchufados") y eliminar gastos inútiles, de los muchos que tienen. Mientras, la deuda aumenta cada día al mismo tiempo que la pobreza vuelve con fuerza. ¿Rectificarán a tiempo o abocarán al país a una revuelta?
Supongo que lo del Gobierno Central de intervenir la Generalitat, por una deuda que ha creado su gobierno amigo del tripartito, será otro farol. Mejor que sea así, ya que de hacerlo, amen de que en un par de meses la Generalitat no podría pagar la nómina de los médicos, mossos, etc. sería tal la desconfianza internacional que generaría, que muy posiblemente se produciría una operación inminente de rescate de España. Ciertamente, la crisis es internacional, pero nuestros gobernantes la están convirtiendo en un agujero negro.
Por otro lado, no conviene olvidar que Catalunya siempre ha sido la locomotora de España y si Catalunya no puede pagar sus propios gastos, menos aún pagará los de los demás. Que nadie se llame a engaño.
Pilar Cardeña Cruz