viernes, 27 de febrero de 2009

NUESTRA CLASE POLITICA NO DA LA TALLA.

En las últimas décadas, España ha dado un salto de gigante tanto en el terreno económico como en la modernización del pais. Esto es un hecho innegable, como lo es también, que en algunos aspectos seguimos siendo un pais de pandereta.
Pondré unos ejemplos:
- Hace menos de un año, no teníamos crisis, a lo sumo una desaceleración. Hoy nuestra economía está hecha unos zorros y el desempleo creció el último mes en 200.000 personas en las listas de INEM y en 350.000 personas según el EPA.
- Hace solo unos meses se nos decía que en ningún caso llegaríamos a los 4.000.000 de parados, ahora con más de 3.300.000 parados, ya se dá por seguro que no solo llegaremos a esa cifra, si no que podríamos superarla llegando incluso a los 5.000.000 de parados.
- Hace menos de un año, se nos dijo que teníamos superavit, que nos situaba en unas condiciones privilegiadas para afrontar la desaceleración o lo que viniera. Que estábamos mejor que Italia y pronto adelantaríamos a Francia. Y lo celebramos repartiendo 400 euros a cada trabajador. Se nos vendió como una medida de izquierdas, pero los 400 euros solo podían descontarse de las retenciones del trabajo, con lo que quedaron fuera las personas sin ingresos. Es decir, puede cobrar los 400 euros una persona que gane 10.000 euros al mes, pero no un indigente.
Ahora resulta que tenemos un déficit galopante y que para intentar salir de la crisis que no existía, vamos a dejar hipotecados hasta nuestros nietos.
Los analistas, cada vez nos pintan la crisis más negra, y la fecha de salida cada vez más lejana.
¿Cuál es la receta estrella del gobierno para salir de la crisis? Tener confianza. Lo cual viendo el grado de acierto en sus predicciones, creo que más que confianza lo que necesitamos es fe ciega.
Y mientras esto ocurre en el mundo real, en el mundo de los políticos, que por supuesto es otro, unos se dedican a expiar a sus compañeros de partido, por si los pueden zancadillear, otros a hacer dinero trapicheando con los amigos que tienen poder, ya sea en el partido o en la administración, los hay que para desconectar se montan cacerías que harían la envidia del generalísimo. Por cierto, ¿el generalísimo falleció o está solo desaparecido? Lo digo porque hace poco, el Sr. Garzón pedía su partida de defunción. ¿Sería para asegurarse de que no se ha hecho la cirugía estética y cualquier día se lo encuentra disputándole el puesto en alguna montería?
¿Y para el pueblo qué? Al pueblo lo entretenemos con mucho fútbol, con programas basura del famoseo y las miserias humanas. En esto si que se ha notado el cambio, pues el generalísimo nos ponía más toros, tonadilleras y como plato fuerte las fugas de el Lute.