Mi escrito del pasado jueves puede parecer una premonición, pero créanme si les digo que de momento no soy pitonisa.
En honor a la verdad, confieso que la noticia de los hechos ocurridos en el dia de ayer, me ha impactado más que los aludidos en mi anterior escrito, ¿por qué?, pues sencillamente por que lo veo muy cercano a mi pueblo, por que además sucede en el denominado cinturón rojo, por que Santa Coloma de Gramanet es una ciudad de clase trabajadora que siempre ha estado gobernada por gentes de izquierdas.
¿Donde saltará el próximo escándalo?
La tolerancia ante una pequeña prevaricación o corruptela, puede ser el inicio de casos como el que estamos viviendo. Por lo tanto, tolerancia cero.
Si no se interviene rápidamente y se depura a todos aquellos que practican la corrupción, el cohecho y la prevaricación, el ciudadano de a pie dejará de creer en la clase política, en la justicia y en las instituciones.
No dejemos que eso suceda y actuemos con diligencia, sin importarnos cual es el color político del que roba y se enriquece a costa de "pelotazos".
Por supuesto, que no todos los políticos son corruptos y sería injusto meterlos a todos en el mismo cajón. Mi respeto y apoyo para los que todavía trabajan por sus ideales. Ellos son los principales perjudicados en su reputación, por los corruptos.
Pilar Cardeña Cruz
