jueves, 24 de diciembre de 2009

TOROS E HIPOCRESIA


Como sabeis, pertenezco a una protectora de animales y plantas. Amo a los animales y la naturaleza en general, pero no soporto la hipocresía, como diría un amigo mío payés, "las perogrulladas, son perogrulladas independientemente de donde y quien las haga".
Estoy en contra de todo sufrimiento, incluyendo por supuesto, el sufrimiento animal. Por eso estoy en contra de las corridas de toros. Pero creo que este debate, que parece creado para distraernos de cosas más importantes, está viciado. Por eso, estoy en contra de la forma en que se ha planteado.
Primera cuestión. Se nos quiere vender que los toros es una cosa del resto de España, cuando en Catalunya existe una tradición propia, llegando a tener 9 plazas de toros, 3 de ellas en Barcelona. Y ¿Cuántos pueblos y ciudades de Catalunya incluyen, bajo distintas formas, a los toros en sus festejos? Por lo tanto, es una tradición española y catalana, y no solamente española, como nos quieren hacer ver.
Segunda cuestión. Entiendo y comparto, la preocupación por el sufrimiento de los toros, pero la prohibición de las corridas, si se generaliza, nos llevará inexorablemente, a la desaparición de la especie. Vease lo que está ocurriendo con el burro catalán, una vez que dejó de ser útil al ser sustituido por la maquinaria. ¿No sería más lógico abogar por unos festejos en los que no se infrinja daño al animal?, pero no, aquí vamos a la prohibición y punto.
Tercera cuestión. ¿Molesta el sufrimiento del toro, o la etiqueta de fiesta nacional de España?. Si lo que molesta es el sufrimiento del animal, se deberian recoger firmas también para liberar a las gallinas ponedoras, que pasan íntegramente toda su vida, en una celda de castigo de unos pocos centímetros cuadrados, sin apenas poder darse la vuelta, sin ver jamás la luz del sol, y con el único futuro de que serán degolladas, y echadas al caldo, tan pronto baje su rendimiento de ponedoras.
¿Y qué me dicen, de los pájaros enjaulados? Un animal dotado por la naturaleza de unas alas, paradigma de la libertad, que pasa toda su vida encerrado en una jaula por el capricho de unos humanos. ¿Y los langostinos y langostas, tan de moda en estas fechas?
Así podríamos seguir enumerando casos de sufrimiento animal, que para los detractores de los toros pasan desapercibidos. Como he dicho, estoy en contra de todo sufrimiento animal, ni que sea un rato, pero no es menos cierto que el toro de lidia pasa su vida en absoluta libertad, en un entorno privilegiado, e incluso en el momento de su muerte, tiene la posibilidad de enfrentarse a su verdugo. Su sufrimiento, su tortura, puede durar media hora. La tortura, no tan aparatosa como la del toro, pero más cruel por su refinamiento y crueldad, de una gallina ponedora, dura toda la vida.
Si yo me tuviera que reencarnar en un animal y pudiera escoger, sin duda escogería mil veces reencarnarme en un toro que en una gallina. Cada animal, independientemente de que un toro pese 500 kgs y una gallina solo 2 kgs tiene una vida. No es más importante la vida del toro por ser más grande. Por que si fuera así, también sería más importante la vida de una vaca que la de una persona. Luego entonces, ¿porqué a algunas personas sólo les molesta el sufrimiento de los toros mientras callan ante el sufrimiento del resto de animales?. Seguramente, será por que el tema de los toros puede dar algunos dividendos políticos, mientras que el resto de animales no. Por eso, aunque amo mucho a los animales, conmigo que no cuente para este circo.
Pilar Cardeña Cruz.
FELIZ NAVIDAD Y PAZ EN LA TIERRA.