martes, 20 de julio de 2010

¿DE VERDAD CREEN QUE SOMOS TAN TONTOS?


Cuentan que en cierta ocasión, un hombre presumía delante de sus amigos, de su capacidad para, con los ojos tapados y totalmente a oscuras, si le ponían un caballo delante, decir a través del tacto, de qué color era el pelo del caballo.
Uno de los que le escuchaba, le preguntó lleno de curiosidad:
-¿Y con los ojos vendados y a oscuras, aciertas el color del pelo del caballo? A lo que el individuo contestó:
- Hombre acertar no acierto casi nunca, pero no me negarás que tiene mérito eso de saber el color del pelo del caballo solo por el tacto.
Este habilidoso individuo, bien podría pertenecer a nuestro gobierno, atendiendo a sus aciertos. Y digo esto a tenor de las declaraciones de la Vicepresidenta Fernández de la Vega, la cual en relación a la subida del IVA, que ya tenemos aquí, ha declarado más o menos que "la subida del IVA apenas la notaremos los consumidores, ya que en muchos casos será absorbido por la empresa fabricante o vendedora del producto".
Pues bien, esto que nuestra Vicepresidenta ve como una situación deseable, puede serlo desde el punto de vista del ciudadano, pero no desde el punto de vista del gobierno, ya que tal situación no haría sino, anular el objetivo de dicha medida, que no es otro que aumentar la recaudación. Veamos un ejemplo:
Imaginemos que compro un televisor valorado en 1000 euros + IVA.
Con el 16% de iva sería 1000 + 16% 160 = 1.160 euros. Hacienda cobra 160 euros.
Con el 18% de iva sería 1000 + 18% 180 = 1.180 euros. Hacienda cobra 180 euros.
Con el nuevo iva Hacienda ingresa 20 euros más.
Si el vendedor decide no repercutir el aumento del iva, la operación sería:
Televisor 983 + 18% 177 = 1.160 euros. Hacienda cobra 177 euros, con lo cual en lugar de los 20 euros sólo nos quedan 17 euros.
Pero al haber reducido el precio de 1000 a 983 euros, la empresa reduce su beneficio en 17 euros. Y como la empresa tributa un 30% sobre el beneficio, los ingresos de Hacienda se ven reducidos en el 30% de 17 = 5,10 euros. Por tanto, del aumento de 20 euros que Hacienda preveía ingresar de más, ingresará en realidad 11,90 euros. Si a esto sumamos el previsible aumento de la economía sumergida, (el famoso ¿cómo lo quiere usted con iva o sin iva?), y el obligado retroceso del consumo, al tener el ciudadano menos dinero disponible, el aumento de recaudación por esta impopular medida, puede ser el chocolate del loro o peor aún, que en vez de aumentar, disminuya la recaudación.
¿Es esto lo que pretende el gobierno con la subida del iva? Evidentemente, no. Luego entonces, ¿qué es lo que celebra la señora Vicepresidenta?. ¿Por qué no nos trata como adultos y nos dice de una vez la verdad, que no es otra, que si las empresas absorben el aumento del IVA como ella prevé, el Gobierno no obtendrá el resultado esperado y se verá obligado a nuevas subidas de impuestos?. No sé que es peor, si que nos engañen o que nos tomen por tontos.
Pilar Cardeña Cruz