Hacía 6 años que no visitaba Camprodón, he vuelto para cumplir el último deseo de mi padre, esparcir sus cenizas por los verdes prados de ese bello lugar.
Estaba preparada para cumplir con su último deseo?, sinceramente no. Aunque parezca que es una acción sin mayores contemplaciones, no resulta nada, nada fácil.
El domingo día 19 sentí que me alejaba definitivamente de él, aunque en realidad eso sucedió el 10 de Diciembre de 2009.
Para muchos el domingo día 19 fue un día de fiesta, para mí fue un día de recuerdos. Como en tantas ocasiones había hecho, volví a recorrer Camprodón, y cada rincón me traía su recuerdo, sus comentarios de las anécdotas vividas con sus nietos, cuando eran pequeños y pasaban allí, junto con los abuelos, los meses de verano.
Recuerdo como le gustaba pasear hasta las fuentes de los alrededores, y su afan de superación, cuando después de la primera amputación, se fue a Camprodón a recuperarse y siguió manteniendo sus paseos de siempre.
Recordar es volver a vivir, y mi retorno a Camprodón ha revivido en mí tantos sentimientos!!!
Ernesto Sabato dijo, "Lástima que cuando uno empieza a aprender el oficio de vivir ya hay que morir".
Pilar Cardeña Cruz
