jueves, 8 de septiembre de 2011

DE VUELTA A LA REALIDAD

Durante mis días de vacaciones he disfrutado del contacto con la naturaleza de forma muy directa. A pocos kilómetros de aquí he descubierto unos valles preciosos, ríos cristalinos, pueblos pequeños pero con ocupación durante todo el año, unas gentes sin prisas que no gastan la mala leche de los urbanitas, gentes que departen de cualquier tema delante de una cerveza, niños que corren y juegan en la plaza mayor del pueblo, sin correr peligro alguno, pueblos sin pintadas, pueblos limpios sin necesidad de tener un barrendero detrás de cada ciudadano, vamos que he podido constatar que otro tipo de ciudad/pueblo existe y es posible conseguir, eso me ha quedado clarísimo.

He disfrutado leyendo a la vera de un río. Ha sido un privilegio indescriptible.

En otros momentos, he dejado aparcado mi libro y he dejado mi mente vagar por los recuerdos de todo cuanto me ha acontecido últimamente. Esto me ha servido para reafirmarme en mis convicciones, decisiones, amistad, amor y familia.

Los seres humanos somos muy complejos, con muchos dobleces, fácilmente manipulables, mentirosos, egocéntricos, y no nos damos cuenta o no somos conscientes de lo vulnerables que somos ante un contratiempo de salud grave.

En los últimos días de mis vacaciones, hemos vivido muy de cerca los graves problemas que se están produciendo en la sanidad pública española, aunque a nosotros nos ha tocado comprobarlo en Catalunya. Un familiar directo con un grave problema de salud, y después de 7 meses en lista de espera en la sanidad pública, ante la imposibilidad de ser intervenido en un plazo razonable, y viendo que la enfermedad podría poner en riesgo su vida, no ha tenido más remedio que recurrir a la sanidad privada. Afortunadamente, la intervención ha sido todo un éxito, pero eso sí, se han tenido que gastar en ella una parte importante de los pequeños ahorros que tenían para su vejez.

Lamentablemente, este no es un caso aislado. Ni es de los peores, ya que afortunadamente, tenían unos ahorrillos con los que han podido hacer frente al coste de la intervención. Pero por desgracia, sabemos que no siempre es así, y que habrá personas que se irán directamente desde la lista de espera de la sanidad pública al cementerio, sin pasar por el quirófano.

¿Quién tiene la culpa de la situación por la que atraviesa la sanidad pública? ¿Los que se gastaron alegremente el dinero haciéndonos creer que éramos ricos o los que ahora han empezado los recortes por la parte más débil? No pienso defender ni a los unos ni a los otros, quizás es para que los unos y los otros hagan un exámen de conciencia, si es que aún tienen conciencia, los primeros por irresponsables y los segundos por que deberían de haber empezado los recortes por arriba, dígase desprendiéndose de asesores, grandes sueldos, vehículos oficiales, tarjetas visa oro, gastos inútiles, embajadas, grandes fastos, etc, es probable que quizás entonces, los ciudadanos seríamos más comprensibles con nuestra clase política.

De momento lo único seguro, es que gracias a la irresponsabilidad de nuestra clase política, y a su capacidad de despilfarro, el pueblo llano tendrá que pasar años de privaciones para ahorrar lo que ellos han gastado, en muchas ocasiones en cosas banales. Y todo ello, sin asumir ningún tipo de responsabilidad, salvo el riesgo de perder las elecciones.

¿Para cuando una ley que permita enjuiciar a los políticos cuya incapacidad o irresponsabilidad cause tan graves perjuicios al pueblo? Ahora sería buen momento para incluir esta propuesta en los programas políticos, de cara a las próximas elecciones. ¿Cuántos partidos incluirán una propuesta de esta índole?. Me atrevo a dar un pronóstico: NINGUNO.

Eso sí, después se quejan de que tienen mala imagen. Y es que no hay peor sordo que el que no quiere oir.

Por último, desde mi pequeño rinconcito FELIÇ FESTA MAJOR!!!


Pilar Cardeña Cruz