jueves, 17 de septiembre de 2009

IMPUESTO DE SUCESIONES

A diferencia de otros paises de la UE donde muchos de sus habitantes viven en viviendas de alquiler, a los españoles nos gusta ser propietarios de nuestro pisito, tener un techo bajo el que cobijarnos. Esta es una ilusión que ya se suele albergar desde la juventud, y que poco a poco, con mucho esfuerzo y sacrificio, estándose de otras cosas, para poder pagar una hipoteca, que suele durar toda la vida, al final se va consiguiendo.
Con los años de bonanza económica, son muchos los españoles que incluso han podido acceder a una segunda vivienda en propiedad, ya sea un apartamento o casita en la playa o la montaña, para pasar los fines de semana y vacaciones.
La aspiración de los padres, que se han pasado toda la vida trabajando para conseguir este pequeño patrimonio, es que el mismo pase a sus hijos, para que ellos también tengan su propio techo sin tener que pasar tantas penurias.
Al fallecimiento de los padres, esta legítima aspiración, se ve satisfecha en la mayor parte de España, sin mayores problemas, pero en Catalunya, que poco a poco vamos acumulando peculiaridades, (impuesto de sucesiones, ordenadores escolares que aquí se pagan y en el resto de España son gratis), Hacienda (Generalitat) se presenta como un heredero más a reclamar su parte del botín.
Ahora se ha presentado en el Congreso de los Diputados de Madrid, una propuesta de Convergencia i Unió, para suprimir el impuesto de sucesiones entre familiares directos, (padres e hijos y cónyuges). Dicha propuesta sumó muchas adhesiones y puso en un aprieto al Gobierno, pues había posibilidades de que saliera adelante. Finalmente, fue rechazada por un estrecho margen (172-166) con la ayuda de IU-ICV, que votó junto a los socialistas.
Es llamativo que IU-ICV, que conoce la problemática de Catalunya, vote contra la voluntad de tantos y tantos catalanes que nos sentimos discriminados en relación a los habitantes de otras comunidades. ¿Izquierdas? ¿Progresistas? Mientras, un futbolista, con ingresos multimillonarios, solo tributará al 24% frente al 45% que puede pagar cualquier otro trabajador; las grandes fortunas, tienen a su alcance todo un entramado de fórmulas, (entre otras las sicav, que tributan al 1%) para no pagar impuestos o pagar lo mínimo. Con este panorama, no me extrañaría que las Koplowitz, Botines, Albas, etc. etc. etc. se hagan de izquierdas, si es que no lo son ya.
Pilar Cardeña Cruz