martes, 29 de septiembre de 2009

IMPUESTOS SOLIDARIOS


La semana pasada, me explicaba una persona de cómo le sustrajeron la cartera cuando viajaba en el metro de Barcelona, sin que se diera cuenta de las intenciones del carterista hasta que el hecho se hubo consumado.
El avispado carterista, aprovechando el balanceo del vagón y que iba bastante lleno de viajeros, propinó un empujón a su víctima, aprovechando el momento, para sustraerle la cartera. Acto seguido, el carterista se disculpó muy amablemente por el empujón y bajó en la próxima estación. Fue entonces, cuando la víctima echó en falta su cartera, y comprendió entre rabia e indignación, que lo del empujón y posterior disculpa, no había sido si no una maniobra de distracción para quitarle la cartera sin que se diera cuenta.
Al final de la semana pasada, se ha empezado a concretar la subida de impuestos, y como en el caso de la víctima del carterista, hemos descubierto de golpe, el significado de tanto hablarnos desde el gobierno de políticas sociales, de subida de impuestos solidaria, de ayuda a los que menos tienen. Ha sido tal la retórica del gobierno, que en algunos momentos he llegado a tener un sentimiento casi de culpabilidad por encontrarme entre las afortunadas que aún conservan su puesto de trabajo.
Pero al final, todo ha quedado meridianamente claro. Se trataba simplemente, de una campaña de distracción colectiva, para que pensáramos que esto de la subida de impuestos, no iba con nosotros los trabajadores, que solo iba a afectar a los ricos, y mientras seguimos con la mirada la dirección de su dedo acusador que apunta hacia los ricos y los empresarios ¡zas! Hacienda, disfrazada de ONG solidaria, nos jode (perdón) la cartera. Eso sí, por una buena causa, el paro, la solidaridad con los que menos tienen, etc. etc.
Hasta aquí, lo que nos cuentan. Lo que no cuentan es que con nuestros impuestos hinchan la nómina de asesores y altos cargos, muchos de ellos perfectamente prescindibles, en todas las adminsitraciones que gobiernan, pagan costosas campañas publicitarias para darse auto bombo, que la Generalitat, sin ir más lejos, se ha gastado más de 750.000 euros en informes inútiles, que prometieron reducir el número de altos cargos y los han multiplicado, por no hablar de sus viajes a todo tren, su alto nivel de vida, y todo ello, con cargo al erario público.
¿Será verdad que somos unos ignorantes incapaces de entender que esta subida de impuestos es para los ricos? Veamos un ejemplo.
Pongamos, una persona que hasta ahora cobraba 1.000 euros mensuales netos, lo que conocemos como un "mileurista". Veamos como le afecta la subida de impuestos:
1.000,00 euros sueldo neto actual
- 33,33 euros, parte proporcional de los 400 euros, deducción que desaparece
966,67 euros. nuevo sueldo neto
- 19,33 euros, repercusión de la subida del 2% IVA.
947,34 euros Sueldo o renta mensual disponible a partir de la subida.
Es decir, un mileurista, verá sus 1.000 euros reducidos en 52,66 euros mensuales. Al parecer, estos son los ricos a los que se refería el gobierno. A continuación, empezaremos a notar las consecuencias de esta subida de impuestos. Al exterior no vendemos por que no somos competitivos, y nuestro consumo interno seguirá cayendo por la caida de la renta. ¡Para mí, que están de guasa cuando dicen que con estas medidas se creará empleo!
Observarán ustedes que en ningún momento he dicho que yo esté en contra de la subida de impuestos, pues no quiero ser insolidaria y que por mi culpa, alguien no pueda cobrar su subsidio. Al contrario, estoy en favor de que sigan subiendo el resto de impuestos, para que a sus señorías no les falte para sus cosillas y el sobrante, hala, para solidaridad.
La palabra impuestos viene de imposición, y la solidaridad no se impone, se practica voluntariamente.
Pilar Cardeña Cruz